Habitaciones de hotel orientadas a La Meca o menús sin rastro de cerdo son algunas de las señas de identidad del turismo halal, dirigido a los musulmanes que buscan servicios y productos adaptados a los preceptos de la religión islámica y que en España empieza a tomar forma en Andalucía, Madrid y Barcelona.
Mientras que países como Reino Unido, Australia o Japón están haciendo "clarísimos esfuerzos" por adaptarse a los turistas musulmanes -hasta el punto de editar guías especiales-, en España el denominado turismo halal sigue siendo prácticamente un desconocido para buena parte de los empresarios y restauradores.
Los turistas musulmanes que viajan a España lo hacen fundamentalmente atraídos por el legado andalusí de ciudades como Sevilla, Córdoba y Granada, aunque en los casos de Madrid y Barcelona -las otras urbes que acaparan más número de visitas-, el fútbol es uno de los principales reclamos.
En todo el país solo hay tres
establecimientos que cuentan con el certificado halal: un hotel y un
restaurante de Marbella y otro local de comidas en Córdoba
cercano a la Mezquita, según señaló Isabel Romero, presidenta de
la Junta islámica y directora general del Instituto Halal, encargado de otorgar
este tipo de garantías.
"Son establecimientos con servicios adaptados a los requerimientos de la ley islámica para que puedan satisfacer las necesidades de los turistas musulmanes, especialmente las alimentarias", contó.
Algunos negocios ofrecen a este tipo de clientes productos y servicios que respetan los preceptos del Islam, a pesar de no contar con un certificado oficial de garantía halal.
Por ejemplo, en Madrid varias cadenas hoteleras de cuatro y cinco estrellas señalan en sus habitaciones la orientación a La Meca, facilitan alfombras y ejemplares del Corán para el rezo e, incluso, disponen de salas de oración.
Otros establecimientos hoteleros ofrecen la opción de elaborar con reserva previa menús especiales para grupos de turistas musulmanes que cumplen con los preceptos del Islam, que prohíbe tomar carne de cerdo, insectos y reptiles, entre otros animales.
La religión islámica tampoco permite el consumo de alcohol, por lo que algunos hoteles han optado por suprimir este tipo de bebidas en los minibares ante la llegada de turistas musulmanes, a los que ofrecen fruta en lugar de una copa de champán, detalles que este tipo de clientes "valora positivamente", según Romero.
"El turismo halal debería estar normalizado hace mucho tiempo", apuntó.
El interés de España como destino turístico para el público musulmán se hizo patente con la elección de Granada como sede del I Congreso Internacional de Turismo Halal, celebrado el pasado mes de septiembre, en el que los participantes defendieron la aportación económica al sector de este segmento en alza, dado el "elevado poder adquisitivo" de estos turistas.
El turismo y la cultura halal en general han despertado el interés del mundo académico, ávido de estudiar un tema "bastante novedoso" en nuestro país.
"Son establecimientos con servicios adaptados a los requerimientos de la ley islámica para que puedan satisfacer las necesidades de los turistas musulmanes, especialmente las alimentarias", contó.
Algunos negocios ofrecen a este tipo de clientes productos y servicios que respetan los preceptos del Islam, a pesar de no contar con un certificado oficial de garantía halal.
Por ejemplo, en Madrid varias cadenas hoteleras de cuatro y cinco estrellas señalan en sus habitaciones la orientación a La Meca, facilitan alfombras y ejemplares del Corán para el rezo e, incluso, disponen de salas de oración.
Otros establecimientos hoteleros ofrecen la opción de elaborar con reserva previa menús especiales para grupos de turistas musulmanes que cumplen con los preceptos del Islam, que prohíbe tomar carne de cerdo, insectos y reptiles, entre otros animales.
La religión islámica tampoco permite el consumo de alcohol, por lo que algunos hoteles han optado por suprimir este tipo de bebidas en los minibares ante la llegada de turistas musulmanes, a los que ofrecen fruta en lugar de una copa de champán, detalles que este tipo de clientes "valora positivamente", según Romero.
"El turismo halal debería estar normalizado hace mucho tiempo", apuntó.
El interés de España como destino turístico para el público musulmán se hizo patente con la elección de Granada como sede del I Congreso Internacional de Turismo Halal, celebrado el pasado mes de septiembre, en el que los participantes defendieron la aportación económica al sector de este segmento en alza, dado el "elevado poder adquisitivo" de estos turistas.
El turismo y la cultura halal en general han despertado el interés del mundo académico, ávido de estudiar un tema "bastante novedoso" en nuestro país.
81.000 turistas procedentes de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Kuwait viajaron el año pasado a España.