El glaciar Mendenhall es un gigante de hielo de 12 kilómetros de extensión en Alaska.
Y si bien miles de visitantes se acercan a mirarlo desde lejos, pocos
llegan a sorprenderse desde su ángulo tal vez más curioso: su interior.
Para llegar a éstas cuevas de hielo dentro del glaciar, hay que emprender una travesía que requiere un tramo en kayak, caminata, escalada en hielo, y claro, el animarse a adentrarse en cavernas que en algún momento podrían desplomarse.
¿Alguien se anima?...Precioso!
Para llegar a éstas cuevas de hielo dentro del glaciar, hay que emprender una travesía que requiere un tramo en kayak, caminata, escalada en hielo, y claro, el animarse a adentrarse en cavernas que en algún momento podrían desplomarse.
¿Alguien se anima?...Precioso!
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